Análisis y medidas contra el incendio
El fuego es una reacción de oxidación química, que produce calor, al suceder rápidamente, genera fuego y humo; tal reacción química requiere tres elementos: la chispa (energía de activación), el combustible y el comburente u oxidante, que comúnmente es el oxígeno del aire. Tiene un papel básico en la vida de las personas, pues se encuentra en toda práctica social.
El incendio es un fuego no controlado y de grandes proporciones, que se presenta de manera súbita o gradual, provoca daños. Los incendios pueden ser de tres tipos según el lugar: forestales, urbanos y urbano-rural. Los incendios forestales tienen diverso origen y se desplazan a través de la amplia vegetación y ecosistemas. En el incendio urbano-rural, el fuego de la zona rural entra en contacto con las áreas edificadas, para minimizar este riesgo, se debe analizar su contexto para integrarlo al sistema de planificación urbano, a través de la cartografía respecto a la amenaza de incendios forestales, asociándose a la vegetación, el combustible, la topografía y clima.

Finalmente, el origen del incendio urbano, es generalmente eléctrico o tecnológico (índole mecánica, error humano).
A nivel mundial los motivos que han incidido en un aumento de incendios urbanos son: el crecimiento poblacional, los procesos propios del desarrollo industrial, comercial y otras actividades, uso de la energía eléctrica como base principal para la actividad manufacturera, el manejo de sustancias combustibles con escaso control, la soldadura, el rozamiento mecánico, el transporte y almacenamiento, todo lo anterior, muy presente en la actividad industrial. La estadística demuestra que los incendios urbanos se deben, en gran cantidad de casos, a origen eléctrico, como cortocircuitos en instalaciones defectuosas, sobrecargas o manejo inadecuado de aparatos eléctricos.

Aquí vamos a describir algunas acciones preventivas, que ayudarán a minimizar y/o eliminar el amago de incendio o incendio.
- Realizar una evaluación del riesgo de incendio.
- Mantener las fuentes de ignición y las sustancias inflamables alejadas.
- Evitar los incendios accidentales, por ejemplo, asegurar que los calefactores no puedan volcarse
- Asegurar que las instalaciones se mantengan en buenas condiciones de limpieza en todo momento, por ejemplo, evitando que se acumulen desperdicios que puedan arder.
- Examinar cómo detectar incendios y cómo alertar a las personas con rapidez en cuanto se inician, instalando detectores de humo y alarmas contra incendios.
- Contar con el equipo correcto de extinción de incendios para poder apagar el fuego con rapidez.
- Mantener las salidas de incendios y las vías de emergencia claramente señalizadas y despejadas en todo momento.
- Asegurar que los trabajadores reciban la formación apropiada sobre los procedimientos que deben seguir, inclusive en los simulacros de incendios.
- Revisar y actualizar regularmente la evaluación de los riesgos.

Referencias bibliograficas:
a.https://revistas.uss.edu.pe/index.php/ING/article/view/1903/2455